Tipos de sueños

Tipos de sueños

Durante toda la historia humana, el conocimiento de los sueños ha despertado gran interés, ya que constituyen la tercera parte de nuestra vida. El sueño, aunque es una necesidad básica del organismo, es una experiencia sin descifrar: es como si buceáramos en el pozo desorganizado de nuestros recuerdos, asociándolos de forma desinhibida y caprichosa.

El sueño puede definirse como un estado en el que hay pocos movimientos, se adopta una postura determinada, con pocas respuestas a la estimulación, es cíclico (se produce cada 24 horas) y tiene una duración de varias horas.

Durante el sueño se producen importantes cambios fisiológicos de la actividad cerebral, una disminución de las funciones corporales y cambios en la conciencia. Mientras soñamos, el pulso se acelera, la presión sanguínea y la respiración se hacen irregulares, y desaparece el tono muscular.

¿Para qué necesitamos soñar? Todavía ignoramos qué nos provoca los sueños y para qué sirven, si bien sabemos que soñamos cada noche, aunque no lo recordemos. El sueño puede ser una respuesta a los acontecimientos externos, manifestar las preocupaciones y sentimientos del soñador o un medio de satisfacer deseos o emociones no resueltas en la vida del que sueña.

 

el universo de los sueños
El universo de los sueños. La riqueza del mundo onírico queda patente en estas imágenes PET (tomografía de emisión de positrones) tomadas en un laboratorio del sueño.

Técnicas de registro del sueño

 

La investigación científica del sueño comenzó en el siglo xx. La ciencia aún no conoce todos los procesos físico-químicos que tienen lugar en el cerebro, pero sí sabe detectar sus manifestaciones. Podemos reconocer y registrar las ondas que produce y sabemos a qué estado psicológico responde cada una de ellas.

El registro de los sueños permite evaluar las etapas del sueño normal o patológico con técnicas como el electrooculograma (EOG), que mide la actividad de los movimientos oculares, o el electromiograma (EMG), que analiza los movimientos musculares, pero el mejor sistema es la electroencefalografía (EEG).

En 1929, el psiquiatra austriaco Hans Burger, realizó el primer electroencefalograma de un ser humano (mide los potenciales globales del cerebro, no los registrados en células aisladas), método semejante al electrocardiograma, que registra la actividad del corazón con electrodos colocados sobre la piel.

 

“Tras el vivir y el soñar está lo más importante: despertar.”

Antonio Machado

 

Como los influjos nerviosos transmitidos por las neuronas son de naturaleza electroquímica, el EEG consiste en medir la actividad eléctrica del cerebro, presentada en forma de ondas clasificadas según su frecuencia o ciclos por unidad de tiempo (Hz).

El cerebro se caracteriza por un patrón de actividad eléctrica constante, las variaciones rítmicas de la actividad eléctrica son características en los potenciales globales.

La frecuencia de potenciales eléctricos del cerebro varía según el nivel de activación de la persona. Durante el día, en el estado de vigilia, son frecuentes las oscilaciones más rápidas (ondas beta de 18 a 30 Hz) y durante la noche, en el estado de sueño profundo, son características las ondas delta de 0.5 a 5 Hz.

Los datos aportados por un EEG sirven para diferenciar tipos de crisis epilépticas, predecir los efectos debidos a lesiones cerebrales y también se utilizan en la definición legal de la muerte.

 

Tipos de onda Aparición
Alfa: 8-12 Hz Despierto, relajado
Beta: 18-30 Hz Despierto, sin movimiento
Gama: 30-50 Hz Despierto, excitado
Delta: 0.5-5 Hz Profundamente dormido
Theta: 5- 7 Hz Despierto, con poca vigilancia

 

Fases del sueño

 

La investigación sobre la fisiología del sueño comienza con Nathaniel Kleitman y Eugene Aserinsky cuando descubrieron el sueño SOR en 1952 y demostraron que el sueño supone un patrón de respuesta fisiológica muy complejo y variable.

De acuerdo con los datos aportados por el EEG, sabemos que los sueños no constituyen un proceso homogéneo y continuo, sino que atraviesan varias fases alternas.

Fase de vigilia

En esta fase, en una persona despierta con gran actividad cortical, predominan las ondas beta de 15 a 30 Hz y, cuando se relaja o al cerrar los ojos, aparece un ritmo alfa con ondas de 9 a 12 Hz.

Fases de sueño

Fase 1 (Transición de la vigilia al sueño)

En este periodo, con ondas cerebrales de 3 a 7 Hz y que representa el 5% del tiempo de sueño, se produce una disminución del latido cardíaco, los músculos del cuerpo se relajan y la respiración se vuelve irregular. Las personas despertadas en esta fase creen que no se han dormido.

Fase 2 (Sueño Ligero)

En esta fase aparecen ondas delta que señalan un sueño más profundo, en el que desciende la temperatura corporal. En el EEG se observan ondas lentas y se manifiestan los husos del sueño: ráfagas de ondas regulares de 12 a 14 Hz (parecen marcar el límite verdadero del sueño) y complejos K que son ondas lentas de baja frecuencia y amplitud elevada, producidas como respuesta a algún estímulo interno (digestión) o externo (sonido de un teléfono).

Las personas despertadas en los cuatro minutos siguientes a la aparición de los husos, dicen que estaban dormidas.

Fase 3 (Sueño profundo)

Se observa que no hay movimientos oculares y que los músculos siguen relajados y emergen husos mezclados con ondas lentas delta (menos de 3.5 Hz).

Fase 4 (Sueño más profundo)

A la persona soñadora es muy difícil despertarla y cuando se intenta aparece desorientada. El sueño profundo dura una hora aproximadamente y después de pasar un tiempo den la fase 4 se regresa a las fases 3, 2 y 1. En esta etapa, pueden presentarse problemas del sueño como el sonambulismo o hablar dormido.

El análisis de las ondas cerebrales señala dos estados básicos del sueño: el SOL, sueño de ondas lentas (las circunvoluciones externas del cerebro, medidas con el EEG, son de frecuencia baja y amplitud alta), que corresponde a las fases 1, 2, 3, 4 y el SOR (en inglés se utilizan las siglas REM: rapid eye movements), sueño de movimientos oculares rápidos también llamado paradójico.

Durante la noche se producen de cuatro a seis ciclos de unos 90 minutos. Cada uno se divide en dos fases: una primera de sueño lento y que ocupa prácticamente el 80% del tiempo, y una segunda etapa conocida como sueño rápido o fase REM, con movimientos rápidos del ojo y que contiene imágenes oníricas.

La fase no REM se podría entender como el descenso de un escalón hacia sueños más profundos. En las dos primeras fases el sueño es superficial, mientras que en las dos últimas es profundo. Es entonces cuando el sueño es reparador. A cada fase de sueño lento le sigue una subida de escalones y el sueño REM.

La primera fase REM de la noche ocurre después de hora y media de sueño y dura unos diez minutos. La segunda y tercera fase siguen a episodios más cortos de sueño. Después de las fases cuarta y última del sueño SOR, que suele durar unos 30 minutos, el individuo se despierta. Si recuerda el contenido de algún sueño suele ser de esta última fase.

La actividad mental no desaparece durante el sueño. Las personas despertadas durante el sueño SOR relatan sueños visuales y fantásticos, y las despertadas durante los sueños de ondas lentas suelen referir ideas o pensamientos (ensueños lógicos).

Dejar a alguien sin los sueños de ondas lentas produce cansancio y una reducción del ritmo vital, e impedirle dormir durante la fase de sueño REM, origina un estado de intolerancia e irritabilidad.

 

ciclos del sueño
Ciclos del sueño de un adulto joven durante la noche.

 

Características del sueño de ondas lentas y paradójico

Sueño de ondas lentas Sueño paradójico
Estados Fisiológicos Realentización de la actividad vital (descenso del ritmo cardiaco, de la respiración, etc) Clara variedad de los parámetros fiosológicos
Actividad motora Bajo tono muscular. Ausencia de movimiento ocular. Músculos del tronco, brazos y piernas relajados. Los de la cara, tensos. Movimientos rápidos de los ojos.
Trastornos del sueño Pesadillas, sonambulismo, enuresis, terrores nocturnos, hablar dormido, etc. Rechinar de dientes. No es frecuente que hable dormido.
Despertar Confuso, amnésico. Lúcido. Consciente.
Tipos de sueño Sueños lógicos, racionales (actuación del hemisferio). Sueños visuales, fantásticos, ilógicos (actuación del hemisferio derecho).

 

Trastornos del sueño

La mayoría de la gente duerme bien, pero el sueño diario regular puede ser alterado por la incapacidad de dormir, despertares inusuales durante la noche o por un sueño prolongado. Las alteraciones del sueño más características son las siguientes:

Insomnio

Es el trastorno del sueño más frecuente y se caracteriza por la dificultad de iniciar o mantener el sueño. El insomnio puede ser causado por factores biológicos (uso de estimulantes) psicológicos (habituarse a ver la TV en el dormitorio).

El insomnio puede ser transitorio o crónico. El insomnio transitorio se produce por el estrés, los cambios de horario en el trabajo, la realización de un viaje o por crisis emocionales. El insomnio crónico se debe a problemas orgánicos o psicológicos. Suelen padecerlo personas con trastornos psiquiátricos, con migrañas nocturnas, o que toman fármacos depresores del SNC. El sueño es algo espontáneo y un error común de los insomnes es obligarse a dormir mediante un acto de voluntad, con lo que consiguen permanecer aún más despiertos.

El psicólogo Gualberto Buela-Casal propone un modelo conductual de tratamiento del insomnio. La cantidad necesaria de sueño de un individuo depende de varios factores: biológicos, conductuales y ambientales, que actúan de forma diferente en cada persona. Y el tiempo total y la estructura del sueño están determinados por estas variables: el ritmo circadiano (¿Cuándo duerme el sujeto?), el organismo (¿Cómo duerme?), la conducta (¿Qué hace para dormir?) y el ambiente (¿Dónde duerme?).

Apnea del sueño

Durante el sueño la respiración se detiene durante 20 segundos o más, hasta que la persona se despierta un poco, traga aire y se vuelve a dormir. Este ciclo se puede repetir muchas veces durante la noche.

Narcolepsia

Son ataques de sueño dirunos, repentinos e irresistibles, que pueden durar desde unos minutos hasta media hora y conlleva pérdida de fuerza muscular (cataplexia) y, a veces, alucinaciones visuales o auditivas.

Desórdenes del sueño en la infancia

Sonambulismo

Consiste en levantarse de la cama cuando se está dormido. El sonámbulo mantiene los ojos abiertos y fijos, puede inspeccionar el ambiente evitando los objetos encontrados a su paso, incluso puede vestirse y salir de casa.

Hay que evitar despertar al sonámbulo ya que le provoca angustia, además se deja conducir a la cama con facilidad. Un episodio de ese tipo puede durar más de media hora.

Pesadillas nocturnas

Son sueños terroríficos, comunes en niños y adolescentes, que les provocan angustia y sobresaltos, y perturban el sueño de manera significativa.

Terrores nocturnos

Son despertares bruscos precedidos por gritos y lloros, sin contenido onírico, por lo que no dejan recuerdos.

Somniloquio

Consiste en hablar o emitir sonidos durante el sueño, dura pocos segundos y ocurre de forma esporádica. No es un signo de desorden patológico.

Bruxismo (rechinar de dientes)

Suele aparecer en las dos primeras fases del sueño y a pesar del ruido producido el niño no se despierta. Su etiología es desconocida.

 

Vincent Van Gogh, La meridiene
Vincent Van Gogh, La méridiene

La teoría de los sueños de Freud

El ser humano ha tratado siempre de descifrar el significado de los sueños. A comienzos del siglo XX, Sigmund Freud convulsionó el mundo de la psicología con su teoría del significado de los sueños.

El psiquiatra y psicólogo suizo Karl Gustav Jung fue más lejos: desarrolló la teoría del inconsciente colectivo, que señala la existencia de un fondo de símbolos comunes a todas las culturas.

Freud publicó en 1900 La interpretación de los sueños, obra en la que rompe con la concepción psico-filosófica dominante en su tiempo (conciencia y psiquismo significan lo mismo) y con las explicaciones neurobiológicas.

Cuando Freud escribió su obra, no se conocía la fisiología del sueño. Y aunque los descubrimientos del sueño REM favorecieron el análisis de los sueños desde la neurología, su idea fundamental (la de que los sueños revelan nuestros sentimientos y preocupaciones íntimas) se sigue utilizando en la práctica psico-analítica.

Freud origina una ruptura en el interior del sujeto al declarar que los sueños son el camino del acceso al inconsciente y una prueba de su existencia. El inconsciente, con sus leyes y procesos, influye en la constitución y organización de la vida mental.

Por la mañana, cuando despertamos, suele ser la disparatada naturaleza de nuestros recuerdos oníricos lo que nos convence de su nimiedad. ¿Qué importancia tienen para nuestra vida consciente las absurdas imágenes de la noche: el desconocido sin rostro, ese ser que es mitad perro y mitad caballo, el coche aerodinámico que se convierte en una tortuga? De todos modos, podríamos preguntarnos lo mismo respecto de un idioma extranjero. A menos que aprendamos su significado, esos vocablos carecen de sentido para nosotros, pero en cuanto aprendemos la nueva lengua nos encontramos con una nueva dimensión de significados.

FONTANA, David: El lenguaje de los sueños. Debate, Barcelona, 1994.

 

Interpretación de los sueños

¿Qué significan las elaboraciones hechas durante el sueño? ¿Cómo interpretar los sueños? La interpretación psicoanalítica de los sueños se puede resumir en estas ideas:

La asociación espontánea

Los sueños se expresan con imágenes y representaciones más que con palabras, y analizar y descifrar su sentido implica la asociación libre de las ideas del soñador.

Los sueños revelan la existencia del inconsciente

El descubrimiento de éste es la tarea de la interpretación onírica. Los sueños son idealizaciones o la realización de deseos insatisfechos y revelan de forma disfrazada y simbólica la vida interior.

Los contenidos del sueño y resistencias del sujeto

Freud distinguió entre los contenidos manifiestos del sueño (lo que el soñador recuerda, a veces, auténticos disparates); y los contenidos latentes (lo que permanece oculto en el inconsciente). Las relaciones entre lo latente (deseos auténticos y profundos) y lo manifiesto (sueños recordados) no son fáciles de descubrir. Freud encuentra resistencias por parte del sujeto ya que éste reprime ideas y deseos que no quiere expresar.

La censura

Freud decía que un sueño es el cumplimiento enmascarado de un deseo reprimido. La censura oculta los deseos prohibidos y modifica los elementos del sueño de forma arbitraria, se ejerce contra las tendencias reprobrables desde el punto de vista ético o social, y es la causa de la amnesia onírica.

Elaboración de los sueños

En este proceso intervienen tres elementos:

  1. Condensación que es la fusión de dos o más imágenes oníricas hasta formar un único símbolo.
  2. Desplazamiento que traduce una imágen onírica en otra, de forma similar a como funcionan las metáforas en el lenguaje.
  3. Dramatización que consiste en convertir las ideas y relaciones abstractas en imágenes visuales, el adulterio se puede representar por la fractura de una pierna.

Los símbolos oníricos

Los sueños expresan deseos y conflictos disfrazados como símbolos oníricos (imágenes con un significado simbólico profundo). Así, la muerte podría simbolizarse con un viaje.

El lenguaje onírico no tiene en cuenta el tiempo ni el espacio, ni los dictados de la lógica. En sueños podemos volar o salir ilesos de una aventura. Muchos símbolos oníricos son deseos sexuales. Según Freud, cuando aparecen en los sueños objetos como bastones, paraguas, llaves o revólveres simbolizan el órgano sexual masculino, mientras que cofres, botellas, cuevas, etc., simbolizan el órgano sexual femenino.

Juan Gris, Vasos y periódicos
Juan Gris, Vasos y periódicos, asocia o yuxtapone objetos sin relación mutua, como sucede en los sueños.

 

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