Una nueva masculinidad

Una nueva masculinidad

¿Qué es la masculinidad? ¿Existe una masculinidad universal (tipo platónico) o diferentes formas de ser hombres? ¿Son presionados los adolescentes para ser brutos, insensibles, fuertes, machos? ¿Es posible rechazar las barreras invisibles de género que empeoran las relaciones interpersonales, los estereotipos de la vida doméstica, la homofobia, la violencia gratuita: o eres mía o no eres de nadie? Veamos algunas interpretaciones sobre la masculinidad:

-Tendencia feminista: la masculinidad es una construcción social creada para mantener los privilegios de los hombres y la opresión de las mujeres, lo que origina consecuencias negativas para ambos géneros. De ahí la célebre frase de Simone de Beavoiur: Uno no nace hombre, se hace. Y si la masculinidad se aprende y se construye, no cabe duda de que también se puede cambiar.

-Tendencia conservadora y tradicional: los hombres son y han se seguir siendo los protectores de las mujeres, postura apoyada por la sociobiología.

-Tendencia de grupos específicos: existe una masculinidad universal y diversidad de experiencias masculinas, que abarca a heterosexuales y homosexuales, negros y blancos, etcétera.

-Tendencia mítica: aboga por rescatar los valores ancestrales de la naturaleza masculina y actualizarlos, Robert Bly propone la combinación de dureza a ingenuidad como carácter del varón.

El sociólogo francés Pierre Bordieu considera que como a Prometeo, a los hombres se les ha atribuido la facultad de robar el fuego a los dioses. El guerrero que vence al enemigo, el religioso que interpreta a los dioses, el donjuán que seduce a las mujeres, el científico que doblega la naturaleza, el técnico que la remodela, o el homus económico que calcula cuándo ama y cuándo invierte, todos los arquetipos viriles suelen hacer hincapié en manifestaciones de un poder humano sobre algo.

Repensar la masculinidad es una urgencia. La masculinidad que parecía evidente, natural y contrapuesta a la feminidad está en crisis. Durante siglos predominó el sistema patriarcal que nos llevó a intentar dominar la naturaleza, a la mujer, a las culturas primitivas y alimentó las hogueras de la intolerancia, el fanatismo y la crueldad. Los cambios socioculturales de las últimas décadas han lograd que las mujeres redefinan su rol en la sociedad y obligan a hacer lo propio al hombre. Ante la transformación femenina en curso, el hombre ha perdido seguridad en sí mismo, se siente indefenso y acobardado, con miedo y temor ante unos cambios del mundo, que apenas comprende y controla. El hombre actual no se siente patriarca ni quiere ser machista, pero apenas encuentra referentes masculinos positivos en los que reflejarse o de los que nutrirse.

Los hombres son más reacios que las mujeres a expresar emociones como la tristeza o la compasión. Es importante aprender a hablar de nosotros mismos, no avergonzarse de liberar el dolor, la soledad y las angustias acumuladas haciéndolo creer que todo está bien. Elisabeth Badinter propone reconciliar al hombre con los valores masculinos y superar los clichés del supermacho o del hombre débil y pasivo.

Actualmente, mientras las mujeres asumen valores masculinos, no necesariamente positivos, como la competitividad o el consumo de alcohol y tabaco, se olvida que ciertos valores tradicionalmente femeninos, como el cuidado de otras personas, la solidaridad o la capacidad de expresar sentimientos son y deben seguir siendo un modelo para los hombres.

Clínica Kahlo – Psicólogos en Guadalajara

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