La vida sin estrés sería muy aburrida, no habría desarrollo personal ni científico. Un poco de estrés es necesario y demasiado puede ser nefasto, especialmente si no sabemos cómo afrontarlo.
Una persona tiene estrés cuando afronta situaciones que implican demandas conductuales difíciles de realizar. Algunas situaciones estresantes pueden ser: <<me presentan a una persona que me atrae y no sé qué decirle>>; <<tengo un examen la semana que viene y no sé si podré prepararlo>>; <<tengo que hablar en público y no me atreveré>>, etcétera.
Causas y consecuencias del estrés
El estrés surge cuando el organismo realiza un sobre-esfuerzo para contrarrestar el desequilibrio inducido por alguna amenaza que altera su normal funcionamiento.
Causas
Cualquier situación con estas características puede originar estrés:
- Incertidumbre: alguien no sabe qué pasará en el futuro, y sospecha que puede existir algún peligro, por ejemplo, cuando un médico dice a su paciente que existe un 50 por 100 de posibilidades de que el tumor extirpado se reproduzca.
- Cambio: adaptarse a una nueva situación, como cambiar de ciudad.
- Falta de información: sentirse indefenso y no saber qué hacer, si trabajar o ir a la universidad.
- Sobrecarga de los canales de procesamiento: no podemos controlar toa la información que nos llega, debido a las diversas actividades que realizamos.
- Falta de conductas o habilidades para afrontar y manejar una situación imprevista, como tener una enfermedad crónica
Consecuencias
El estrés puede cambiar la homeóstasis corporal, el estado emocional de la persona o su actividad cognitiva y desencadenar alteraciones fisiológicas, cognitivas o emocionales:
- Alteración fisiológica: el estrés produce hiperactividad del sistema nervioso.
- Alteración emocional: sensaciones de irritabilidad, culpabilidad, ansiedad y depresión.
- Alteración cognitiva: disminuye la atención a la tarea que se lleva a cabo, la memoria se vuelve olvidadiza, los pensamientos se tiñen con evaluaciones negativas y afecta a las decisiones que se toman.
- La vulnerabilidad al estrés varía de un individuo u otro. Ahora sabemos que si una persona se ve obligada a afrontar agresiones crónicas puede adquirir progresivamente esta debilidad.
Conceptualización del estrés
El estrés ha servido tanto para designar el estímulo que lo desencadena como la respuesta del organismo o los efectos producidos como consecuencia de la exposición repetida a situaciones estresantes.
Thomas Holmes y Richard Rahe conciben el estrés como un estímulo o acontecimiento vital que exige al individuo cambiar su modo de vida y realizar conductas de ajuste para afrontar la situación.
Sin embargo, Hans Selye considera el estrés como una respuesta fisiológica cuyas características son: respiración rápida, aceleración del ritmo cardíaco, mayor tensión muscular, sudoración, etc. Si la activación fisiológica sobrepasa la resistencia del organismo, bien por su intensidad o duración, puede producir agotamiento.
Recientemente, Richard Lazarus y Susan Folkman (Estrés y procesos cognitivos) rechazan calificar el estrés como un estímulo (las personas reaccionan de forma distinta a los sucesos estresantes) o como una respuesta fisiológica, por que la competición deportiva profesional produce mayor actividad del SNA y no se vive como estresante.
El estrés es algo más que una respuesta fisiológica. Estos psicólogos atribuyen más valor a los procesos cognitivos que intervienen entre los sucesos ambientales y las respuestas fisiológicas que producen. Los acontecimientos estresantes (piensa en un examen) pasan por tres fases:
- Fase de anticipación: el sujeto se prepara para el suceso, piensa en cómo será y en las consecuencias.
- Fase de espera: cuando el estresor llega, la persona hace esfuerzos por afrontarlo.
- Fase de resultado: la persona evalúa si ha sido un éxito o un fracaso y tiene los sentimientos correspondientes de alegría o tristeza.
En el desarrollo de este proceso R. Lazarus y S. Folkman resaltan dos conceptos:
- La evaluación cognitiva: la persona valora si el estresor es relevante o no para su bienestar. Un atleta tiene que evaluar los recursos y estrategias de que dispone para competir en una prueba.
- Respuestas de afrontamiento: son los esfuerzos cognitivos, emocionales y conductuales que una persona realiza para manejar el estresor. Tiene dos funciones: librarse de las consecuencias negativas del suceso estresante o cambiar la situación estresante.
Psicología
José Ignacio Alonso